¡“CANTINFLAS” POR SIEMPRE!
A lo largo de la fatigosa vida adulta, nos llegan recuerdos agradables y deliciosos que la mente jamás olvidará: la caricia de mamá, nuestro primer día del colegio, el primer amor, y sobre todo los primeros amigos, los más entrañables, encontrados por lo general, en el colegio, uno de los espacios más importantes de socialización del ser humano. Los momentos vividos en la escuela forman parte imborrable de nuestra vida, donde los llamados “compañeros de promoción” son irrepetibles e inolvidables.
Nos conocimos en un lugar muy especial, el colegio “Madre Admirable” que ya no sabemos si es gratuito, estatal ó paraestatal, pero sí sabemos y reconocemos muy bien que nos brindó una formación muy especial basada en valores cristianos y morales, a través de maestros y hermanas, quienes pusieron su granito de arena para que nosotros seamos mejores personas. A los valores y maestros no los hemos podido sacar de nuestros corazones.
Ya en nuestra vida adulta, al encontrarnos en algún cumpleaños, pollada ó actividad cualquiera, siempre las clásicas preguntas son: ¿Qué sabes de…?, ¿Te acuerdas de aquella vez cuando …?. Entonces en ese momento pensamos: “parece mentira que ya haya pasado buen número de años y todavía sigue habiendo ese sentimiento de cariño y hermandad”.
Hay un dicho que dice “Los verdaderos amigos duran una eternidad”, frase propicia para resumir el sentimiento que une a esta tan linda, original e inolvidable promoción 1993 “Mario Moreno Reyes, Cantinflas”. Ya desde el nombre, expresamos la enorme alegría, sencillez, creatividad y profundidad que caracteriza a nuestra promoción. Como olvidar aquella vez que nuestro querido amigo Román Mesías lo propuso. Su verbosidad en defensa de aquel nombre nos hipnotizó a todos: “…Cantinflas es como nosotros, por la alegría y sencillez que expresaba” –dijo- ¡Buena chato¡. En realidad, si lo del nombre fue una cantinflada broma, en el fondo no se equivocaron fuimos y somos una promoción muy alegre y original a la vez. Sino, recuerden a las “Tutys” grupo conformado por entusiastas y alegres adolescentes con unas energías que pudo sorprender a más de un incauto; o al grupo de ciencias encabezado por Rafael Tuiro con algunas chicas que no precisamente se caracterizaron por su talento científico, quienes ganaron un concurso interescolar . ¡Bien por ellas!; o a nuestro querido amigo José Arango, más conocido como “el loco” quien hacía reír a más de uno por su autenticidad y libertad a la hora de portar el uniforme, ¡él sí que impuso un estilo!; o los intentos de algunos avezados adolescentes por hacer combinaciones similares a un alquimista que contenía algún tipo de trago de desconocido origen (recuerden, queríamos experimentar) con cualquier sustancia líquida bebible que se presentara en el momento, aunque este fuese el desayuno escolar. ¡Qué vacilón!; o cuando un grupo de decididas por jovencitas encabezado Lourdes Valencia formaron la no menos conocida asociación ADUSA : “Amigos decididos a unirse solo por la amistad” , grupo que demostró la gran capacidad de organización, esfuerzo y empuje , heredado de nuestros padres provincianos; imagínense que el grupo fue casi una micro empresa con visión de marketing y ganancia, pues de manera muy organizada obtuvo no tan menospreciables fondos con las llamadas fiestas escolares, las cuales se constituyó en punto de encuentro de la promo y de los amigos de los amigos, donde se desplegaban todas las estrategias de conquista y seducción que ya empezaba a aflorar entre nosotros los adolescentes. Y así podemos recordar muchas anécdotas que mostrarán que fuimos y somos un grupo vivo, aún vigente.
Sin embargo, no todo fue alegría. Cuando un integrante de la familia se va a la eternidad deja un vacío profundo, nunca olvidaremos la sonrisa y el porte de galán de nuestro apreciado amigo Pedro Ruiz, cómo olvidar sus imitaciones de Calígula seductor que sorprendía a más de una, cómo olvidar su alegría, como olvidar su interés por hacer bien las cosas, y por querer ayudarte sobre todo en las dificultades más apremiantes. Pedro: “siempre estarás en nuestros corazones y mente, en la memoria de aquello difícil de olvidar.”
Podrá haber mil y un historias conocidas o desconocidas de la promoción “Cantinflas” albergadas en la memoria profunda de cada uno de nosotros, porque forman huella imborrable, porque son momentos sin complicaciones, contrarios a la vida adulta, porque son parte de nuestra vida, porque en realidad nos queremos a pesar del tiempo, la distancia y del camino que cada uno de nosotros haya decidido escoger. Por ello este lugar en el ciberespacio, para encontrarnos, para recordarnos, para querernos, para llenarnos de vida ¡Bienvenida promoción 1993: Cantinflas!